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Caño alto: te aportan más espacio para enjuagar alimentos o lavar utensilios pero no es recomendable usarlos en fregaderos pequeños porque habrá salpicaduras, en su lugar, es preferible los de caño alto extraíble.
Caño bajo: útiles cuando los fregaderos tienen poca profundidad pero son incómodos para llenar o lavar recipientes grandes.
Empotrados en la pared: es la opción que debes escoger si la toma de agua está sobre la encimera y no deseas hacer una remodelación. La ventaja de estos modelos es que tienes más espacio para trabajar cómodamente.
Extensibles o extraíbles: en estos puedes mover el grifo tranquilamente porque tiene adherido a él una manguera. Al terminar de usar tu grifo cocina bronce flexible lo puedes colocar de nuevo en su base.
Abatible: son ideales para cuando el grifo está frente a una ventana y esta se abre hacia adentro. Estos grifos se pueden “doblar” hacia abajo o hacia un lado y hay opciones según cuánto los puedes mover, como caños abatibles en 90º. Para los que están instalados en la pared se pueden usar los invertidos o de caño bajo.
Giratorio: los giratorios son más útiles en fregaderos con dos cuencos o amplios para que el flujo de agua alcance un mayor rango, en caso contrario, será mejor uno fijo.
Termostato: si has escogido un grifo termostático lo más prudente es que coloques periódicamente el termostato en frío para que las sondas de temperatura funcionen mientras corre el agua.
Aireador: de vez en cuando es necesario desmontarlo para que lo descalcifiques, por ello es ideal que el grifo tenga aireador desmontable. Para darle mantenimiento sumérgelo en vinagre blanco o lo puedes limpiar con un producto antical.
Juntas, cartuchos o soletas: para los grifos mezcladores que no estén funcionando bien, mayormente se solucionan sustituyendo las soletas (los discos de goma) porque con el tiempo se ensucian y pierden la flexibilidad.
El funcionamiento de los grifos termostáticos está basado en el uso de la tecnología de infrarrojo, aunque es preferible usarlos en el baño y no mucho en la cocina.
Puedes aprovechar al máximo todos los elementos de tu cocina, solo hay que saber qué tanto pueden hacer según el espacio disponible y tomar en cuenta algunos consejos para escoger los grifos de cocina que más te convengan.
Estando en la cocina necesitas mucho del agua, y es que la necesitas para enjuagar ciertos alimentos, los utensilios que usas al cocinar o los platos, por lo que el grifo de cocina es uno de los elementos imprescindibles junto al fregadero.
Gran parte de los grifos usan un dispositivo de tornillo que se encarga de regular el flujo de agua que circula. Como las tuberías siempre están llenas de agua, cuando abres el grifo empieza a salir el líquido. En cambio, cuando está cerrado el disco de cuero o goma está cerrado e impide la salida.
El diseño que escojas influirá mucho en tu comodidad, la decoración de la estancia y el consumo de agua, así como la cantidad de tareas que puedas hacer en el fregadero. Por consiguiente, si tu grifo se ha roto y tienes la oportunidad de adquirir un modelo nuevo o quieres renovar, es prudente que conozcas la diversidad que hay.
Posiblemente la mejor forma de saber cuál es el mejor grifo de cocina para tu casa es conociendo cada tipo de grifo que hay, así que los mencionaremos siguiendo las consideraciones de compra adecuadas: según su instalación, sistema de apertura, tipo de caño y por material de fabricación.
Espacio: conoce las medidas de tu fregadero, cuánta distancia hay entre la pared y el grifo, si tienes ventanas cerca y cómo es su apertura e incluso la distancia que hay hasta la ventana. Si el fregadero es grande, el grifo puede ser de caño alto y con la posibilidad de girar, así abarcará más.
Limpieza: las manchas de agua aparecerán en algún momento que será mejor si no necesitas de productos especiales para limpiarlo.
Instalación: esto se refiere a si lo vas a instalar en la pared o en la encimera. Mientras que instalarlo en la encimera es la opción más usual, hacerlo en la pared deja más espacio libre.
Durabilidad: que los discos del grifo sean cerámicos aporta una ventaja porque se mantienen intactos por más tiempo y su desgaste es lento, también considera un material externo que te resulte más factible y duradero.
Accesorios: algunas opciones de grifos tienen ciertos accesorios que logran que ahorren más energía o agua. Los grifos con aireador o el grifo de cocina Grohe monomando son de los que no requieren que regules el flujo usando mando doble.
Monomando: con estos solo necesitas un mando para controlar la temperatura y el flujo de agua, son muy prácticos y con más demanda porque ahorran agua y energía.
Bimando: de los diseños tradicionales que incluyen dos mandos en su diseño, así que debes girar ambos para regular la temperatura (un mando para cada temperatura). Sin embargo, derrochan más agua que los monomando.
De pedal: es muy cómodo porque se acciona cuando pisas un pedal y el agua fluye solo al tenerlo pisado. Es una buena opción porque no necesitas tocarlo si tienes las manos ocupadas o sucias.
Con sensor: no son tan comunes en las cocinas pero se accionan por un sensor que deja fluir el agua cuando acercas la mano. Tal vez los hayas visto en sitios como aeropuertos o un baño público.
Termostático: de doble mando pero ahorran energía y agua. Con uno de los mandos regulas la temperatura y el otro controla el flujo.
Una vez que abres el grifo, el mando o llave hace que el tornillo gire y levante el disco, lo que dejará la vía libre para que el agua fluya.
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